La ortopedia dentofacial es una rama de la odontología que se centra en el tratamiento de problemas relacionados con el crecimiento y desarrollo de la boca, la mandíbula y los dientes. Esta especialidad se ocupa de corregir y prevenir deformidades en la dentadura a nivel esquelético, ya sean deficiencias o excesos.
Para ello, el tratamiento se basa en la aplicación de fuerzas suaves y controladas en los dientes y los huesos de la mandíbula mediante aparatos extraorales y funcionales. Así, se estimula al hueso para redirigir la dirección de su crecimiento con la intención de conseguir armonía facial y una oclusión equilibrada.
La edad más adecuada para comenzar con esta primera etapa del tratamiento ortopédico es durante la fase de crecimiento: hasta los 12 o 13 años más o menos (aunque cada caso debe estudiarse independientemente). No obstante, diversos estudios han demostrado que a los 7 años dichos problemas son más fáciles de corregir, ya que su mandíbula y dientes están todavía en desarrollo y son más maleables.
¿Qué corrige la ortopedia dentofacial?
Algunos de los tratamientos comunes de ortopedia dentofacial incluyen el uso de aparatos ortopédicos como frenillos, arcos y dispositivos de expansión maxilar. Los aparatos se colocan en la boca del paciente y aplican fuerzas suaves para mover los dientes y los huesos en la posición correcta. De esta manera, se puede llegar a corregir problemas transversales y verticales. Es decir, falta de espacio para los dientes definitivos, mordidas cruzadas, falta de crecimiento en el maxilar, deficiencias de la mandíbula y algunos hábitos funcionales como la succión o la deglución atípica.
Es necesario tener en cuenta que a medida que el niño crece, las anomalías en el crecimiento o las maloclusiones se hacen más evidentes y son más difíciles de corregir. Un tratamiento tardío puede llevar a procedimientos de larga duración, en ocasiones poco exitosos, o mucho más complejos e invasivos. De hecho, cuando la fase de crecimiento finaliza, los problemas en el hueso no se pueden corregir con ortodoncia, por lo que para actuar sobre ellos se recurre a la cirugía ortognática.
Además, no sólo ayuda a mejorar la apariencia de los dientes y la boca, sino que también puede ayudar a prevenir problemas de salud a largo plazo, como la enfermedad periodontal y la pérdida de dientes. También, a menudo, los pacientes experimentan una mejora en su capacidad para hablar, masticar y respirar correctamente.
En conclusión, la ortopedia dentofacial es una especialidad importante en la odontología que se centra en el tratamiento de problemas relacionados con el crecimiento y desarrollo de la mandíbula, los dientes y la boca. Es muy importante para actuar en situaciones tempranas de maloclusión y evitar problemas mayores en el futuro. Asimismo, se mejora la armonía facial del paciente, previene problemas de salud a largo plazo y mejorar la calidad de vida. Si tiene problemas dentales, consulte con nosotros sobre las posibles opciones de tratamiento disponible.